miércoles, 29 de febrero de 2012

Lecturas TR: El lectoespectador [VI]

Gestionar la cultura en la era de su distribución electrónica. A partir de la influencia de lo digital en el arte, VLM diagnostica la creciente inmaterialidad de las obras artísticas, cada vez más etéreas o fugaces y cuya consistencia ontológica deja fuera el cuerpo tangible. Obras descorporizadas, desencarnadas de la inmediatez, digámoslo así, física y que residen en ningún lado. El arte descarnado es  producto de la conversión de lo material en abstracción: si todo tiende hacia su simulacro virtual, como ha apuntado Baudrillard, es natural que el arte ya ni siquiera sea una cosa más o menos concreta, sino un puro flujo circulante en continua movilidad. Bit art. Esto afecta también al mercado cultural, porque la aparición de Internet viene a poner en cuestión un gran número de suposiciones y categorías vinculadas al campo artístico. Nociones como la de obra, autor, producción, autoría, etc. son relativizadas por los fenómenos de la red, que invierten el significado tradicionalmente atribuido a ellas. ¿Cómo administrar lo intangible? 
El arte ya no se difunde de la misma manera que antes: hoy existen canales que permiten esparcir las obras con un grado de celeridad instantáneo con beneficio de reproducción infinita. Para VLM el modelo YouTube es la clase de consumidor que viene a significar esta nueva modalidad de distribución de los productos artísticos. Consumidor enfocado en las partes, en el disfrute rápido, que ya no necesita ser consumidor material del producto sino que lo consigue por medio de los afluentes alternativos (y de manera gratuita). Ante este hecho, en necesario repensar qué puede ofrecer la producción artística en virtud de recuperar cierta parte del aura perdida. Y está claro que ese algo ya no son las obras en sí sino otras manifestaciones adyacentes. En este sentido, hace unos días Jordi Carrión expuso en un artículo lo que podría ser una vía de escape para la actividad del escritor: espectacularizarse mediante intervenciones escriturales. Hacer del acto de escribir (de una forma de escritura que asimila la condición moderna del escritor y renuncia a ciertos mitos) una performance en vivo, como lo proponen los jams de escritura
En nuestra actualidad electrónica, la singularidad artística sucede en más de un nivel: la figura social del escritor vale tanto como la de su obra.


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