lunes, 27 de febrero de 2012

Lecturas TR: El lectoespectador [V]

Reformulación de la crítica literaria en función de las posibilidades ofrecidas por los dispositivos digitales. Así podría resumirse el capítulo en el que VLM ensaya una suerte de utopía critico-tecnológica. Para esto desarrolla la idea que él llama Cloud Criticism: la crítica en nube, es decir, aquella que puede constituirse por vías electrónicas distribuidamente entre todos los lectores. Crítica, al mismo tiempo, upload: subir los comentarios, ideas, notas, ensayos, reseñas. Toda esa masa creciente instalada en los servidores, acompañando al texto fuente y comentándolo infinitamente.

En este apartado, que se lee como una ficción futurista (pero cuyas hipótesis son todas muy factibles), VLM fabula, crea, imagina vías de escape para lo que podría ser el porvenir de la crítica literaria: un espacio múltiple en continuo devenir, de amplia democratización que permita una transversalidad de la lectura y la intervención de los lectores en tiempo real sobre el material leído. A lo que se suman otras variables interesantes, todas en este plano de poder añadir texto al texto. 

Pero además de esta fuga hacia adelante, lo que VLM nos propone realmente es aggiornar la crítica para que ésta pueda dar cuenta, con herramientas adecuadas, de los nuevos fenómenos literarios que cruzan textualidades diversas (para el caso, escritura e imagen, por ejemplo). ¿Desde dónde habla la crítica cuando se enfrenta a las obras postliterarias? En ese problema radica la falta de suficiencia o de criterios epistemológicos a la hora de dar cuenta de tales fenómenos. 
Aquí cobra importancia medular el hecho de ampliar lo máximo posible el concepto de texto, algo que de hecho, y basándonos en su etimología, se intuye como tautológico: texto es red significante, arquitectura de signos. Que VLM tenga que esclarecer o evidenciar este detalle es un dato relevante del estado anacrónico de la crítica actual, adscrita aún a la noción de texto entendido exclusivamente como estructura verbal.

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Nota bene: He escrito antes "obras postliterarias". No me convence el adjetivo, aunque me gusta. Tiene sus conflictos: el primero, la literatura no es algo definible sino todo lo contrario: escapa a la formalización, evade cualquier intento de definición. Hablar de postliteratura implicaría, asimismo, decir que la literatura es algo que ya fue, lo cual resulta indiscutiblemente falso. Sin embargo, quizá no sea del todo inútil la palabra, pues viene a significar la florescencia de una modalidad distinta de lo que entendemos por literatura by default. Algo que  incluye y a vez supera nuestras expectativas respecto a "lo literario".

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