El grueso de «El lectoespectador» lo encarna la que quizá sea la parte más sustancial del libro: una mirada panóptica sobre el fenómeno de la literatura textovisual. Es, por lo menos, la zona teórica donde VLM deposita su más alegre entusiasmo y optimismo tecnológico. Y es que, guiándonos por la topografía de obras y autores que se nos muestran, es difícil decir que no está pasando algo. Ese algo, aún indefinido (debido a la pereza de buena parte de la crítica literaria actual) viene a formalizarse -a hacerse pensable, diríamos- en las apuestas conceptuales de VLM, trasuntadas en un conglomerado de neologismos (pantpágina, internexto, Pangea, etc) que reconfiguran el espacio de lo literario haciéndolo expansivo hacia otras áreas.
>insert
Hay que rescatar un valor micropolítico: el hecho de atreverse a pensar la actualidad del campo literario en vivo, sin distanciamiento histórico. La inmediatez que supone esta empresa no está exenta de riesgos, pero como afirma nuestro autor, es peor abandonarse a la negación de no hacerlo.
end_insert<
Sobre todo: se trata de concebir la obra literaria como artefacto construido con materiales de diversa naturaleza, y no sólo materia verbal. La imagen, siempre tan cuestionada, se impone como el significante propio de nuestro presente: todo apela a ella. La progresiva admisión de este síntoma de época en el arte literario establece el triple corte cronológico sobre el que se funda una taxonomía de la literatura contemporánea: tardomodernismo, posmodernismo y etapa pangeica.
Los libros propios de este último momento hacen comunión con la imago, en una imbricación significante que no renuncia a las numerosas posibilidades expresivas derivadas de las múltiples tecnologías digitales con las que contamos hoy. No sólo por la inclusión de imágenes en el texto, sino principalmente por considerar a la página un espacio de diseño que se puede construir a voluntad, mediante la intervención de la maquetación y disposición del texto. Claro, en este sentido la obra por antonomasia es House of Leaves, la novela multidimensional de Mark Z. Danielewski.
![]() |
Escritura pangeica: el diseño textual concibe la página como espacio formateable |
Además, está el factor de la continuidad. Lo pangeico no reconoce límites y, por el contrario, tiende vectores de conexión entre artes y disciplinas. Un ir y venir deslizante a través de diferentes prácticas que, vinculadas creativamente, ansían cierta globalidad.